Vuélvete como niño

Cuando llegamos a adultos, la mayoría de nosotros pasamos por alto totalmente al niño que se encuentra en nuestro interior.

Tómate algunos momentos del día para empezar a ponerte en contacto con la personita que hay en tu interior. Juega con tu pequeño niño. Haz cosas que a él le agrada hacer.

A veces, el padre que tenemos dentro no nos permite divertirnos. Pensamos que no es cosa de adultos. No es de sorprender que todo el tiempo nos digamos no o deberías a nosotros mismos.

Tómate tiempo para jugar y divertirte. Haz las cosas tontas que solías hacer cuando eras niño, como saltar sobre montones de hojas o correr bajo el chorro de la manguera. Trata de reir como cuando eras pequeño. Es necesario volverse cono niños y atraer de nuevo la corriente de pensamientos sencillos, inocentes y placenteros de la cual nos hemos apartado gradualmente. Si estás serio y triste, o preocupado por la vida, puedes estar alegre y contento con sólo volverte sencillo e ingenuo cono niño.

Si quieres más alegría en tu vida, ponte en contacto con tu niño interior y vive al máximo desde ese espacio de espontaneidad y gozo