lunes, 11 de julio de 2011

Se cosecha lo que se siembra

La ley de sembrar y cosechar es la primera de las leyes universales. Lo que plantes en tu jardín producirá un fruto. Nuestra mente es como ese jardín y debemos cuidarlo si queremos que florezca. No puedes sembrar un tipo de planta y producir otra diferente. Si siembras trigo, siempre cosecharas trigo. Siempre. ¿Entónces qué hace que en ocasiones siembres ciertas "semillas en tu vida y esperes un resultado totalmente diferente ? ¿Qué pensamientos siembras en tu jardín?

El poder de manifestación que contiene una semilla es impresionante. Piensa por un momento, ¿Cómo es posible que un árbol tan grande como un pino de 40 metros haya provenido de una semilla? Después de muchos años de estar en el bosque con las condiciones adecuadas creció hasta lo que es hoy día. Es sorprendente imaginar que todo provino de una semilla pequeñita.

Así funciona para todos en el Universo en todas las áreas y en todo momento. Lo que vives actualmente en todas las área de tu vida es el resultado de una pequeña semilla que sembraste en el pasado y que ha crecido exponencialmente hasta manifestarse en el mundo físico en la situación que vives hoy, para bien o no tan bien.

Cosechar lo que se siembra, es una ley universal. Si siembras amabilidad, sólo podrás esperar cosechar amabilidad en abundancia, si siembras generosidad sólo puedes esperar cosechar riqueza en abundancia. Si siembras pensamientos de pobreza en tu mente subconsciente, ¿qué crees que vas a cosechar? Si siembras pensamientos de abundancia y prosperidad, producirás toda suerte de tesoros. Y el resultado siempre será más grande que lo que se siembra. Como el árbol. 

Las semillas del éxito requieren de cuidados y persistencia para que crezcan fuertes y den buenos frutos. Y hay que limpiar la "mala hierba", es decir  tus dudas, miedos, carencias e inseguridades.

Lo que siembres es la causa. Lo que cosechas es el efecto.
Se cosecha lo que se siembra. En esta vida, o en otra.

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