lunes, 4 de julio de 2011

Dí que sí.

Con gran frecuencia sentimos que debemos intercambiar prosperidad y responder con reciprocidad. Si alguien nos invita al cine, de inmediato nosotros lo llevamos a cenar; o si alguien nos hace un regalo inmediatamente nos sentimos obligados comprarle uno de regreso. Cuantas veces nos peleamos por la cuenta de un restaurante y no dejamos que nos inviten. O si nos dicen un piropo, sentimos que tenemos que responder con uno mejor.

Aprende a recibir y dar las gracias. Aprende a aceptar, porque el Universo percibe nuestra disposición a recibir. Muchas veces podemos dar, pero nos resulta sumamente dificil recibir. Y dar no es mejor que recibir. Es igual. Dar y recibir son dos caras de la misma moneda. ¿Cómo podrías dar si no hubiese algo o alguien que recibiese? Tiene que haber equilibrio.

Hay que decir sí a recibir. Todos estaríamos de acuerdo que el dar produce una sensación maravillosa y de plenitud. No niegues a nadie el gozo que proviene de dar. Recibe, sonríe y da las gracias. Y ya tendrás oportunidad de dar tú también.

Queremos estar agradecidos por lo que tenemos, a fin de que podamos atraer más bien hacia nosotros. Hay muchísimo flotando por ahí, muchísimo dinero, muchísimo amor, muchísima salud. El Universo es abundante y todo tiene que ir a parar a alguna parte. Tenemos que estar dispuestos a recibirlo.

Estoy abierto y dispuesto a recibir todas las bendiciones del Universo!
Gracias!

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