Cuando el Ego recurre al Miedo, nos asustamos. Y envenenados por el Miedo somos extremadamente influenciables por la Negatividad interna y externa. Corremos la vida entera como un conejo perseguido por una jauría.
El Ego, a través del Miedo, engaña fácilmente y nos hace tener una visión errada. Así fácilmente perdemos la Confianza y el Respeto propio y nos invade la Autolástima.
Cuando el Ego recurre al Miedo, caminamos envenenados por el temor, perdiendo la visión, el equilibrio, la energía y los valores. Así nos presiona para huir del Liderazgo y escondernos de nuestro destino, dejando de lado la valiosa oportunidad de ingresar o recorrer correctamente el Camino del Lider, y ser felices sirviendo a otros y realizarnos.
El Miedo nos hace tomar decisiones erróneas, olvidando nuestros principios, de humildad, honestidad, respeto, autoconfianza y quebramos la lealtad con el equipo y nos distraemos en cosas no prioritarias, dejando de cumplir los compromisos.
Con el Ego a cargo de nuestras vidas, respirando el gas tóxico del Miedo, todo es complicado y difícil. En el fondo sentimos que no merecemos crecer, que es imposible cambiar o triunfar. Y decidimos recorrer el camino más fácil y más corto en apariencia pero que es el más largo de todos, resignándonos a perpetuar la mediocridad en la que vivimos, resignpandonos a la Autolástima y su manifestaciones típicas: Llorar, escondernos, huir, o reclamar y criticar o burlarnos..
Con miedo no te atreves a dar un paso nuevo y distinto. Como miedo te dedicas a buscar siempre la aprobación de los demás. Y preferirás no destacarte para no molestar a quienes te rodean.
"La Vida comienza cuando dejas de ser leal al Miedo. Y despiertas cuando dejas de ser leal al Ego".
Suryavan Solar
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