jueves, 23 de junio de 2011

Somos imanes del dinero

Todas las cosas indispensables para satisfacer nuestras necesidades existen ya de por sí y sólo esperan de nosotros el poder de apropiárnoslas. La vieja idea de que la pobreza es condición necesaria de la santidad no tiene fundamento. La prosperidad es nuestro derecho y nuestra condición natural. El dinero es ilimitado.

Celebra con entusiasmo cualquier cantidad de dinero que recibas o encuentres. Grita: "Soy un imán para el dinero. Gracias. Gracias. Gracias". Vuélvete loco de emoción y gratitud. Ya sea que lo recibas como sueldo o pago, que provenga de tus negocios, que sea un regalo o que lo encuentres en la calle, siempre agradece y exprésalo al Universo. El Universo te está ayudando.

No le hagas el feo a todas esas moneditas de diez, veinte o cincuenta centavos que te sobran o te encuentras. No cometas el error de considerar el escaso valor que compren esos centavos. El dinero es dinero y encontrarlo es una bendición del Universo. Úsalas. Valóralas. Son prueba de todas las riquezas del mundo.

Si declaras constantemente que eres un imán para el dinero, si lo crees, con fe absoluta, y sobre todo si tienes la prueba, el Universo siempre te enviará más. El Universo te abrirá el arca de todos sus tesoros.

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