lunes, 27 de junio de 2011

Escùchate

Cuando tenemos un pensamiento o pronunciamos una palabra u oración, de alguna manera sale de nosotros, actúa como una ley de la mente y regresa a nosotros bajo la forma de experiencia.

Si empezamos a corregir nuestro lenguaje, escuchando lo que decimos, y no permitiendo que de nuestras palabras expresen cosas negativas, podremos empezar a dar forma a nuestros pensamientos. Muy rara vez reflexionamos en lo que en realidad estamos diciendo, o cómo lo hacemos. Prestamos poca atención a la selección de nuestras palabras. La mayoría de nosotros habla de forma negativa. Recuerda, lo que damos como palabras regresa a nosotros en forma de experiencias.

El monólogo interno también es muy importante, porque se convierte en la base de nuestras palabras habladas. Establece la atmósfera mental en que operamos y que atrae nuestras experiencias. ¿Cómo conversas contigo mismo? Si nos menospreciamos, la vida tendrá muy poco significado para nosotros. Si nos amamos y apreciamos, entónces la vida puede ser un don maravilloso lleno de gozo.

Si queremos ser responsables de nuestras vidas, tenemos también que serlo de nuestras palabras. Las palabras y frases que pronunciamos son extensiones de nuestro pensamiento.

Empieza por escuchar lo que dices. Si te oyes usando palabras negativas o limitantes, cámbialas!


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