Sé amigable, modula tu voz.
Habla dulcemente, sonríe siempre, desde el corazón. Mira con ternura a los ojos cuando hablas o escuchas.
Apártate de los necios y viciosos, acércate a los hombres ejemplares y virtuosos. No critiques, no busques defectos en los demás. Sé humilde y obsérvate. Acepta, di perdón y gracias. No quieras cambiar el mundo, mejor cambia tú mismo. La práctica espiritual comienza al querer ser mejor.
La perfección sólo se alcanza a través de la realización del alma. Que esa sea tu mayor aspiración.
Mantén limpieza interior y exterior. Tu cuerpo es la casa donde habita tu Alma. Tu Alma es divina, merece un palacio y un templo. Haz de tu cuerpo un lugar de ensueños. Aliméntate, ejercítate y descansa.
Sé estricto y disciplinado, pero resérvate un espacio para la diversión. De vez en cuando haz algún sacrificio. Juega con los niños y hazte como ellos. Canta y baila. Aprende de los libros y aprende de la vida. No te desbordes, se continente, el centro es el lugar más seguro.
Regala algo, no acumules innecesariamente. Distribuye y retribuye las riquezas que la vida te ofrece. Procura enriquecer material y espiritualmente a la humanidad, y entonces tu vida tendrá valor, vivirás por siempre. Sirve y reverencia.
Dedica cada día unos minutos a la reflexión en soledad. Atiende la respiración, observa tu pensamiento. Formula un diálogo interior con Dios. Pídele asistencia y orientación, porque Él responde siempre.
Él sabrá darte con Amor divino lo que necesitas en este momento. Recuerda que todo pasa y que Dios nunca te abandona. Reza, reza, y reza, repite el nombre de Dios: el que más te guste, porque Él se llama como tú lo nombres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario